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Crónica de Ignacio Marqués Cuadra
A) Coloquios
La última jornada del festival comenzó a media mañana con una única charla, con Víctor Reyes. Fue uno de los debates más amenos y divertidos de cuantos han habido, algo que se agradeció muchísimo pues la mayoría de asistentes habían estado de fiesta post-concierto la noche anterior y el cansacio acumulado durante una semana tan completa era ya considerable. El compositor habló de sus primeros contactos con la música, de lo mucho que le impresionaba que hubiera que hacer música original para una película con la enorme cantidad que ya existía, y también de sus primeros años trabajando como arreglista para muchos grupos y artistas nacionales tras haber estudiado música en Salamanca. Entrando en su carrera cinematográfica, primero reconoció que lo más complicado para él es saber contar una película con la música, y que para aprender pudo trabajar en muchos proyectos, como Ni se te ocurra (90), que le permitieron experimentar. También habló sobre la buena relación profesional que mantiene con el director Rodrigo Cortés, del que dice que suele tener muy claro lo que quiere hacer con la música en sus películas y que sabe dirigir muy bien al compositor. Habló más a fondo sobre la intención que tenía la música en una película tan singular como Buried (10), que al desarrollarse completamente en el interior de una caja utilizó buena parte de la música para contar todo lo que ocurría fuera. También reconoció lo complejo que fue componer otra película tan singular como Grand Piano (13), de cómo una música diegética interpretada por la orquesta de la película y el piano de Elijah Wood debía cubrir a partir de cierto momento las necesidades de suspense y thriller de la película. Fue una charla en la que tampoco faltaron las múltiples risas y anécdotas, que cerró de la mejor forma este ciclo de debates.
B) Concierto de Clausura "Insert Coin": Lo mejor de la música de videojuegos
El concierto de clausura del festival fue otra de las grandes sorpresas al estar completamente dedicado a la música de videojuegos. Se celebró en el Teatro Echegaray con la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga y cabe decir que las entradas se habían agotado bastantes días antes. Fue una decisión muy valiente no solo apostar por la música de videojuegos sino, como dijo el propio Neal Acree, concluir con un concierto así un festival que está más bien dedicado a la música de cine. Y en este caso huelga decir que fue un absoluto éxito a todos los niveles, poniendo de manifiesto que la música de videojuegos da para hacer conciertos formidables y que, además, interesa bastante pues logró llenar más que con el concierto de series o el de David Shire.
La mayor parte estuvo dirigida por Arturo Díez Boscovich. Aunque se le veía cansado por la intensa semana se puso al frente de la orquesta con su habitual firmeza, dando comienzo a una gran pieza estupendamente arreglada de muchos videojuegos clásicos como Pac-Man, Super Mario Bros, Tetris o Sonic, entre otros. Después se interpretaron dos magníficas piezas de la saga Final Fantasy y Zelda para pasar a un espectacular bloque de bandas sonoras muy recientes. Comenzó con Pokémon GO (16), seguido de unas emocionantes suites de Hitokui no ôwashi toriko (16) y RiME (17), esta última estrenada hace tan solo unos meses, pasando por un espectacular compendio de temas de Recore (16), en una pieza muy espectacular y bien adaptada, y finalmente el tema principal de Horizon Zero Dawn (17), también de hace unos pocos meses, que además contó con la inestimable presencia de la vocalista Julie Elven, la misma que prestó la voz original a la banda sonora y que, además, ha sido este año la música ganadora del premio Jerry Goldsmith en la categoría de videojuegos.
La última parte del concierto estuvo completamente dedicada a música compuesta por Neal Acree, que relevó a Boscovich y comenzó dirigiendo una fantástica pieza de Overwatch (16). La siguiente parte dedicada a la saga World of Warcraft fue una absoluta maravilla: primero se interpretó el tema de Anduin de World of Warcraft: Legion (16) para, acto seguido, unirse nuevamente Julie Elven, que también había prestado originalmente su voz en este videojuego, y prosiguió con este mismo tema, tocándose así un buen número de tantas variaciones como tiene en la banda sonora. Una gran sorpresa fue la adaptación que habían preparado de la Night Song de World of Warcraft: Cataclysm (10), esta vez cantada a tres voces, que fue otro inolvidable momento. Y, finalmente, no habría habido un mejor cierre para el concierto de no haberse elegido una pieza tan épica, lírica y mágica como el tema principal de Revelation (15), videojuego por el que el compositor había recibido el año anterior el Jerry Goldsmith de su categoría, concluyendo así un concierto de clausura magnífico, repleto de emoción y muy buenos momentos. Al final, Acree recibió otro premio del festival y dijo algunas palabras de agradecimiento, además de lo fantástico que es que se le dedique espacio a la música de videojuegos en festivales como este. Y bien demostrado queda que tienen mucho éxito.
C) Conclusiones
Esta ha sido una gran edición, con muchísimos más aciertos que errores, y que parece que ha logrado implantarse en la ciudad de Málaga aún más firmemente que el año anterior. Hay que destacar el salto que ha dado también en el caso del plantel de compositores invitados. Contar con maestros de la talla de Trevor Jones o David Shire, y otos tan de actualidad como Rupert Gregson-Williams o Tyler Bates, además de dos tan especializados en su medio como Mac Quayle y Neal Acree, o con grandes carreras y en constante crecimiento en nuestro territorio como Zacarías M. De la Riva o Víctor Reyes, es sin duda un absoluto privilegio. Por otro lado, la amplia cantidad de músicos empleados, no solo locales como las dos fantásticas orquestas de Málaga o el destacable coro Ziryab de Córdoba (además de bandas o músicos adicionales), sino también los que han venido del extranjero como la banda de Tyler Bates, la actriz Didi Conn o la solista Julie Elven, entre muchos otros, ha dado también una enorme riqueza a todos los conciertos en los que han participado, especialmente aquellos en los que han intervenido los propios compositores, como el que tuvo lugar el miércoles, dándoles un valor realmente especial e irrepetible.
También hay que destacar lo sumamente ambiciosa que ha sido esta edición, primero por la cantidad de conciertos ofrecidos (siete en seis días), y segundo por haber abarcado prácticamente todos los ámbitos del audiovisual en general, siendo siempre el cine el eje central pero sin dejar de lado otros medios que actualmente están en constante crecimiento, como son las series de televisión y los videojuegos. El haber abarcado tanto (y además haciéndolo bien) ha sido sin duda una de las cosas que han hecho que esta edición haya sido tan variada y con tanto donde elegir, abordándose todas las ramas en una medida cuando menos acertada. Y, por último, habría que hablar también positivamente sobre lo bien que se han llevado las charlas con los compositores, que aunque a nivel de asistencia aún queda camino para seguir mejorando y, en algunos casos, habría venido bien conceder más minutos (especialmente las que son en inglés pues se pierde mucho tiempo en traducir) han estado en general muy bien planteadas y llevadas por la entrevistadora Isabel Vázquez. No hay que olvidar tampoco la siempre destacable dirección de Arturo Díez Boscovich, cuya pasión por lo que hace es un elemento indisociable de este festival, además de haber logrado impresionar una vez más con su formidable composición de Star Wars que, seguramente, a muchos ya habrá hecho soñar con una nueva película de la saga compuesta por él. Y por último resaltar el buen enfoque que han sabido darle al festival su director Juan Antonio Vigar, David Doncel y el resto del equipo, consiguiendo una segunda edición que ha sido excelente.
El viernes, editorial en MundoBSO
