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Crónica de Ignacio Marqués Cuadra
A) Coloquios
La primera jornada completa se desarrolló en su totalidad en el Teatro Cervantes, comenzando, por la mañana, con un encuentro en el que intervinieron Rupert Gregson-Williams y Zacarías M de la Riva. La dinámica consiste en una conferencia, de alrededor de una hora, en la que una entrevistadora plantea preguntas de diversa índole. Cabe destacar de ambas charlas que las preguntas y los temas a tratar estaban muy bien ordenados y formulados, y que la entrevistadora no solo las tenía bien preparadas sino que sabía de lo que hablaba y conocía bien la trayectoria de cada compositor. Pese a que el formato y su duración no permite profundizar en exceso en elementos pormenorizados, en este caso están muy bien organizadas pues se consigue sacar mucho provecho haciendo un repaso general a la carrera del compositor, con tiempo suficiente para que éste se pueda expresar y contar algunos detalles o experiencias. La asistencia a ambas charlas no ha sido demasiado alta (unas treinta personas), pero el lugar donde se imparten, con los ensayos del concierto de esa misma noche oyéndose de fondo y la cercanía con los compositores, hace que la atmósfera sea realmente acogedora y adecuada para estos encuentros.
En el repaso a la carrera de ambos compositores no se ha dado ninguna anécdota extraordinaria que poder contar en esta crónica. Sin embargo, en el caso de Rupert Gregson-Williams se ha comentado de forma paralela la música aplicada a dos personajes femeninos tan diferentes como la princesa Diana de Wonder Woman (17) o la Reina Isabel II de la serie The Crown (16), la primera con una música creciente y cada vez más poderosa, y la segunda todo lo contrario. También se ha hablado brevemente de la familia del compositor (todos dedicados al mundo de la música, pero su hermano Harry Gregson-Williams en especial) y también de su amistad con Hans Zimmer, creada a partir de sus numerosas colaboraciones en Remote Control. En el caso del debate con Zacarías M. de la Riva quizá se ha hablado un poco más a fondo de cómo es el proceso creativo del compositor, explicando, entre otras cosas de interés, cuáles son en su opinión las ventajas y desventajas del temp-track, el momento de desarrollo de la película en el que se suele sentir más cómodo trabajando y, por supuesto, un recorrido por su trayectoria desde el momento en que decidió estudiar música, pasando por su etapa como orquestador de compositores como Roque Baños, la influencia que ha recibido también de otros autores como Alan Silvestri o Vangelis, cómo logró hacerse cargo de la banda sonora de Autómata (14), adjudicada inicialmente a Carter Burwell, y la repercusión que ha tenido en su carrera una obra de animación de tanto éxito como Las Aventuras de Tadeo Jones (12). En resumen, un primer encuentro con los compositores que ha sido una experiencia muy positiva, tratándose una buena cantidad de temas interesantes dentro del mundo de la producción y del arte de conseguir hacer cine con la música.
B) El concierto
El concierto sinfónico que se celebró al anochecer en el Teatro Cervantes llenó casi por completo el aforo y estuvo dedicado en su mayor parte a recientes obras de éxito de los compositores invitados, que también formaron parte de la función. En esta ocasión estuvo interpretado por la Orquesta Filarmónica de Málaga, el Coro Ziryab y algunos músicos adicionales muy destacables, cubriendo un repertorio amplio y ambicioso.
El primer acto comenzó con Arturo Díez Boscovich dirigiendo una pieza de Star Wars que resultó ser una absoluta sorpresa pues se trata de una composición libre escrita por él mismo que se inspira en la novela Heredero del Imperio de Timothy Zahn. Una pieza sinfónica magníficamente compuesta que reutiliza algunos de los temas originales de John Williams pero construyendo una estructura narrativa completamente nueva y con dos temas originales de grandísimo interés: una portentosa marcha que corresponde al villano de la novela, musicalmente muy brillante, y un radiante tema de amor. En su conjunto en absoluto desmerece la obra original de Williams pues está ejecutada con una absoluta coherencia temática y estilística que demuestra que Boscovich, además de un gran director de orquesta, es un excelente compositor y conoce con tanta profundidad las bandas sonoras de la saga galáctica como para poder dar continuidad a su valioso legado.
A continuación, el director Òscar Senén tomó la batuta y se interpretaron varias piezas de Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales (17) y Tadeo Jones 2: El secreto del rey Midas (17), esta última compuesta por Zacarías M. de la Riva y que se ha interpretado en primicia en este concierto. El compositor, allí presente, recibió un galardón del festival. Para finalizar el primer acto, subió al escenario Rupert Gregson-Williams que se puso al frente de un teclado para interpretar junto a la orquesta una estupenda suite muy bien arreglada y estructurada de su notable música para Hacksaw Ridge (16), que fue una de las piezas de la noche llenando la sala de su elegancia sinfónica y belleza coral. Finalmente se interpretaron algunos cortes de Wonder Woman (17), inexplicablemente sin que apareciera el tema de Zimmer con violonchelo eléctrico (que lo había), y el compositor británico recibió también otro premio del festival.
La segunda parte del concierto fue una auténtica sorpresa para el público. Estuvo totalmente enfocada en varias obras, interpretadas por primera vez a nivel mundial, del compositor Tyler Bates, que por supuesto se sumó a la orquesta junto a varios músicos adicionales de su banda y su director de cabecera Timothy Williams, que se puso al frente de una orquesta en ese momento más completa y variada. Por la nueva instrumentación incorporada estaba claro que la dinámica del concierto giraría hacia un formato mucho menos conservador, que sorprendetemente resultó ser un absoluto acierto dada la naturaleza de esas obras. Con Tyler Bates a la guitarra eléctrica y guitarviol, y algunos compañeros de banda como su propia hija Lola Bates o su extravagante vocalista Rafe Pearlman, entre otros, arrancó la segunda parte con varios fragmentos de Guardians of the Galaxy (14), destacando algunas partes como la interpretación del bellísimo track Black Tears. Sin embargo, fue con 300 (06) cuando se alcanzó otro de los momentos cumbres de la noche, pues esa mezcla de elementos épicos aportados por la orquesta y el coro con los ásperos y exóticos sonidos producidos por la banda de Bates lograron traer las mismísimas Termópilas de la película de Snyder a la sala de concierto, evocando de un modo muy imponente esa atmósfera arcaica, salvaje e inmensa que se consigue en la obra. No menos destacables fueron las interpretaciones de otras obras, como Watchmen (09) con su notable marcha épica reforzada por los ritmos de las guitarras, The Way (10) o el estupendo cierre con Guardians of the Galaxy Vol 2 (17) introduciendo bellísimas piezas como la del track Dad. Además de recibir una clamorosa respuesta por parte del público, el compositor fue también premiado con uno de los galardones del festival, dándose así por finalizada la velada.
En conclusión, esta primera jornada completa del festival ha sido brillante en la totalidad de sus actividades, pues las charlas con los compositores se han desempeñado muy satisfactoriamente y el concierto ha contado con un nivel muy sobresaliente gracias a su variedad, actualidad, originalidad, el poder ver a los compositores interpretando su propia música y, en general, la estimable ejecución de la música sumada a la amplia disponibilidad de medios para realizar un concierto exigente y ambicioso. Si en los días sucesivos se mantiene el mismo nivel esta segunda edición de MOSMA va a ser magnífica.
