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Crónica de Ignacio Marqués Cuadra
A) Coloquios
Durante la mañana del sábado contamos con la destacable presencia de otro de los grandes invitados del festival, el sudafricano Trevor Jones. Un punto a considerar es que en estas charlas se consiguió llenar por completo la sala de conferencias del Teatro Cervantes (superando seguramente los sesenta asistentes), bien porque era sábado, bien porque los dos invitados son tal vez más conocidos entre los aficionados que los anteriores, o todo ello al mismo tiempo. La charla con Trevor Jones comenzó con el visionado de un documental sobre él como compositor, que duró unos diez minutos. Posteriormente, el debate continuó con la explicación de cómo fue de dura su juventud en Ciudad del Cabo, por las muchas desigualdades que existían en su país, y cómo finalmente logró irse al extranjero para ganarse la vida. El compositor contó muchísimas anécdotas de esta etapa (aunque también de las posteriores), algunas bastante cómicas y otras en las que incluso llegó a emocionarse. Habló también un poco sobre sus inicios como compositor y cómo logró hacerse con Excalibur (81), a partir de su asesoramiento al director John Boorman sobre la música de Richard Wagner que se emplea en la película. También habló sobre su relación con otros directores como Terry Jones y Terry Gillian o su trabajo para The Dark Crystal (82). Aunque finalmente hubo que saltarse la ronda de preguntas, porque la vasta carrera del compositor no se puede abarcar en una hora, pudo hablar por encima sobre The Last of the Mohicans (92), con más anécdotas interesantes como que su esposa fue novia de instituto de Daniel Day Lewis, y también que en su etapa dando clases en Madrid o Barcelona percibió que hay un alto interés por el aprendizaje sobre la música de cine en España.
En el siguiente debate contamos con un compositor tan de actualidad como es Tyler Bates. Comenzó contando que desde siempre ha estado metido en el mundo de la música sin tener que plantearse nada, pues es a lo que siempre ha querido dedicarse, y de cómo sin formación reglada pero acercándose a mucha gente del mundo de la música fue aprendiendo hasta conseguir entrar en el mundo del cine con innumerables películas de muy bajo presupuesto. Al igual que en la charla anterior no se pudo entrar en elementos más técnicos como el proceso creativo del compositor, sino que se habló de su carrera más a nivel general y de cómo ha ido escalando en la industria del cine. Comentó que aunque una película en la que trabajó, Get Carter (00), no tuviera ningún éxito en su año de estreno le ha acabado beneficiando posteriormente. También habló sobre su buena relación con directores como Emilio Estévez o James Gunn. Su etapa más reciente, que es la más exitosa, no se pudo abarcar con detenimiento pero se habló brevemente sobre su trabajo con Zack Snyder en Dawn of the Dead (04), 300 (06), y tampoco tuvo ningún problema en reconocers lo completamente desastrosa que fue la organización y el enfoque musical de la película Sucker Punch (11), cuya experiencia definió como frustrante. No hubo ronda de preguntas pues ya nos habíamos metido en la hora de firma de discos y la cola que había era exageradamente larga, al igual que con Trevor Jones.
B) Concierto Legends: Grandes maestros de la música de cine
Al final de la tarde concluyó la jornada con otro enorme concierto sinfónico celebrado en el Teatro Cervantes, interpretando nuevamente la Orquesta Filarmónica de Málaga y el Coro Ziryab. La sala se llenó prácticamente por completo, contando con mayor asistencia que el concierto del miércoles, y comenzó con un prólogo de obras destacadas del 2016 bajo la batuta de Arturo Díez Boscovich quien, tras hacer una breve presentación, pasó a dirigir este compendio de obras, todas unidas en una única pieza. Abarcó el tema principal de La La Land (16) junto a otras melodías sinfónicas y corales de la película, un tema de Moonlight (16) con destacado solo de la concertino, un espectacular fragmento de Fantastic Beasts and Where to Find Them (16), otro de Kubo and the Two Strings (16) y, finalmente, un colosal tema de Doctor Strange (16) con destacada fuerza coral que cerró un inicio de concierto muy bueno. Acto seguido, subió al escenario Òscar Senén para dirigir algunas notables piezas de Víctor Reyes procedentes de las películas Red Lights (12) y Buried (10), llenando la sala con una atmósfera por momentos opresora y de suspense. El mismo Víctor Reyes subió al escenario para recibir uno de los galardones del festival y reconocer lo asombrado que estaba al poder escuchar su propia música en un concierto.
La última parte antes del descanso estuvo completamente dedicada a obras de David Shire, de las que se interpretaron Max Dugan Returns (82), el espectacular tema de The Taking of Pelham One Two Three (74) o uno más desenfadado de Saturday Night Fever (76) con Boscovich dirigiendo nuevamente y con movimientos muy al son de la música, siendo este uno de los mejores momentos de la noche. Pero para cerrar este primer acto subió al escenario la actriz Didi Conn, esposa de Shire y conocida por interpretar el papel de Frenchy en Grease (78), que realizaría la narración actuada junto a la orquesta de una suite de Return to Oz (85). La interpretación estuvo muy bien coordinada con la destacable aportación de la actriz que, sin embargo, resultó excesivamente larga (unos 25 minutos) porque en parte rompió el buen dinamismo y variedad que hasta entonces llevaba el concierto. Finalmente Shire subió al escenario y, tras decir unas palabras de agradecimiento, recibió el premio del festival.
Tras el descanso, todo el segundo acto estuvo dedicado a Trevor Jones, comenzando con una estupenda parte dedicada a The Dark Crystal (82), ejecutada en seis movimientos, y otra a The Last of the Mohicans (92), en cuatro movimientos, que consiguió llenar de magia, lirismo y épica la sala de concierto, especialmente esta última que resultó otro de los grandes momentos de la noche. El propio Trevor Jones subió después al escenario para ponerse al frente de la orquesta y concluir la velada con un tema de Notting Hill (99) y un fragmento de Dark City (98), que estuvo bien pero habría resultado más redondo haber cerrado el concierto con Jones dirigiendo algo más representativo, como la excelente parte The Last of the Mohicans. El compositor sudafricano se dirigió al público con unas muy amables y sentidas palabras y recibió el galardón del festival de manos del alcalde de Málaga.
Fue un concierto muy extenso (cerca de tres horas con intermedio), quizá más irregular y menos variado que el concierto de clausura de la edición anterior. También hay que destacar que el coro tuvo relativamente pocas intervenciones para un concierto tan extenso, quedando tal vez un tanto desaprovechado. En cualquier caso fue otro evento del festival bastante notable que, en términos generales, estuvo más o menos a la altura de las expectativas aunque no fue tan redondo y absolutamente sorprendente como el que se había celebrado el pasado miércoles, paradójicamente dedicado a los blockbusters. Bien hay que decir que el listón había quedado altísimo.
