Ayer Bear McCreary publicó un artículo donde detalla sus intenciones con los temas centrales de The Rings of Power, corroborando la práctica totalidad de lo que hemos venido avanzando en nuestras reseñas y sobre todo vídeos. No podemos sentirnos más contentos y estimulados por haber acertado en nuestras intuiciones y de haber entendido la lógica dramatúrgica y narrativa de los temas: algunos de ellos, de obvio sentido pero otros no lo eran tanto.
Con este artículo -comenta Ignacio Marqués en el Club MundoBSO- se verifican muchísimas cosas que ya hemos explicado en los videos y las reseñas, como por ejemplo que hay un tema central para los anillos (que sería el que hemos explicado en su respectivo vídeo, si es que no acaba resultando ser el de Where the Shadows Lie, en cuyo caso serían dos temas relacionados con los anillos: uno para la creación -el que ya conocemos- y otro para los anillos ya creados). Se verifica también que el ostinato de Sauron funciona exactamente como lo hemos explicado: "a viewer could intuitively discern Galadriel’s Theme soaring in the French horns over low strings furiously chugging away at Sauron’s ostinato". McCreary verifica asimismo que el tema de Halbrand también es el de las Tierras del Sur y que la música de el extraño es de su lugar de origen: explica que posee un color diferente al del resto de temas porque no sabemos de dónde procede. Esto no solo no desmiente lo que hemos aportado sobre su tema sino que da pistas de que McCreary ha podido escribir su música pensando en su lugar de origen.
Ignacio y yo -y sumo a todo el equipo de MundoBSO y a los amigos que tanto apoyo nos dan aportando intuiciones y perspectivas- afrontamos el reto de ir desgranando la dramaturgia y narrativa musical sobre la marcha, viajando junto a la serie y no esperando a llegar al final para recorrerla con la seguridad de lo ya conocido. Podíamos errar (esa posibilidad sigue existiendo, aunque estamos preparadísimos para rectificar), pero sobre todas las cosas queríamos acertar para entender y sobre todo explicar a nuestros seguidores qué planes narrativos tenía McCreary en la serie. Y hemos acertado. A toro pasado es fácil explicar las cosas: habrá gente despistada, incluso malintencionada, que en un tiempo digan que nos hemos limitado a desarrollar lo que ha explicado el compositor. Pero nosotros nos hemos adelantado y lo hemos mostrado (y demostrado) antes. Hemos estado donde y sobre todo cuando debíamos haber estado. Y seguiremos avanzando, que queda mucha serie por delante.
Pero lo verdaderamente feliz y estimulante no es que en MundoBSO hayamos sabido interpretar las dinámicas de la música, porque nuestros aciertos son consecuencia lógica de nuestra pasión e interés por intentar dar con las claves. Lo verdaderamente feliz y estimulante es que estamos demostrando que esta banda sonora es una auténtica maravilla musical, arquitectónica, dramatúrgica y narrativa que se está situando, poco a poco, a la altura del listón dejado por Howard Shore. El capítulo cinco, del que hoy hemos dado cuenta, es magistral en lo que concierne al empleo de los temas musicales: metidos todos ellos dentro del mismo puchero y puestos a hervir juntos, dan como resultado un plato absolutamente extraordinario. En los tiempos que corren, esto sí es lo verdaderamente estimulante.