Esta semana se ha estrenado en Prime Awareness (23), a mi parecer la peor creación para el cine de Roque Baños. Tengo el máximo respeto, consideración e interés en lo que haga y aporte, lo tengo desde aquellas Carreteras secundarias (96) y lo mantengo desde entonces. No creo que pueda haber mucha gente que dude de su capacidad, talento, fortaleza, imaginación y sensibilidad, y por eso lamento que siendo uno de los mejores lleve tiempo involucrado en los peores filmes, con contadísimas excepciones. Que Awareness sea una malísima película con, según mi opinión, malísima banda sonora es en realidad muy poco relevante: hasta los más grandes tienen obras pequeñas. Podría decidir retirarse del cine con la certeza (al menos la mía) que deja legado suficiente como para que el cine le esté agradecido por mucho tiempo. Obviamente nadie desea su retiro y sí que siga trabajando, pero merece estar en mejores proyectos, en películas de primera categoría, que estén a su nivel pues Baños está muy por encima del cine que hace últimamente y últimamente el cine que hace Baños está muy muy por debajo de lo que su talento e inteligencia merecen.
No basta con que un buen compositor haga buena música para estar satisfechos: la mejor música debe aspirar a hacer mejor el mejor cine, no a hacer más presentable el malo. Es un anhelo a la vez que un lamento que hemos visto y seguimos viendo con tantos compositores de primera relegados a productos de segunda o de tercera: buena parte de la trayectoria final de Jerry Goldsmith o la casi totalidad de filmes de Basil Poledouris, cargadísimas de malas películas con estupendas músicas. Es un agujero negro en el que no pocos compositores acaban siendo succionados. En ese agujero negro hemos visto desaparecer del cine a compositores de la talla y nivel de Carles Cases, Ángel Illarramendi y tantos otros (no solo españoles) y aunque Baños no vaya a correr ese peligro, sí existe el riesgo de que porque su cine sea cada vez menos relevante también lo sea su música a ojos y oídos de la industria y de no poca gente más.
Awareness es un horror, me pregunto qué ha visto en ella Baños para querer bajar tantos escalones en su carrera, si la ha hecho por hacer un favor, por un divertimento o por la necesidad de trabajar, que entonces calla a cualquier reproche. Pero el problema no es esta penosa película solo adecuada para un compositor en prácticas, pues como señalo todos los compositores tienen buenas y malas películas. El problema es que Roque Baños es uno de los mejores compositores de su generación, a nivel mundial, y las mejores producciones deberían estar peleándose por beneficiarse de su talento. Merece mucho más.