Cualquiera que respete y ame el oficio de composición para el cine debería agradecer a Zeltia Montes las palabras pronunciadas -llena de nervios explicables y, ahora sí, también justificables- al ganar su merecido Goya por El buen patrón. Han sido palabras hermosas pero sobre todo y ante todo necesarias y útiles.

Este ha sido su discurso de agradecimiento:

"Me gustaría que los productores reflexionaran sobre cuánto hace la música por sus películas y qué valor le dan, porque realmente nos están pidiendo algo que no es asumible y nos piden que produzcamos bandas sonoras como las de Hollywood, que tienen 20 o 30 veces más de presupuesto y encima tenemos que generar una cadena de explotación en la que los músicos siempre salen perdiendo al final".

Sí, los productores y la industria al completo deberían reflexionar sobre el valor añadido de la música en la creación de películas. Son muchos años los que llevo denunciando los abusos, desprecios y las dificilísimas condiciones en las que los profesionales del sector deben desarrollar un trabajo que no debería tener otras complicaciones que las creativas y no las generadas por la falta de empatía y el desconocimiento de quienes deberían ser más empáticos y facilitar sus trabajos. Está bien que lo diga yo desde MundoBSO -me he sentido incontables veces solo, pero no he desistido ni desistiré nunca, aunque sea un asunto que no le importe a nadie más que a quienes lo sufren-, pero que lo diga una profesional ante la industria recogiendo el premio más importante de esa industria puede que despierte conciencias dormidas o despistadas. Ojalá sea así. Gracias, Zeltia Montes, por la valentía

También menciona algo que hoy parece estar devaluado, y es la formación. Ella ha tenido unos estudios musicales que en lógica deberían haber sido la antesala para entrar en la profesión, pero no fue así de fácil: lo difícil es los quince años después en los que los trabajos llegan con cuentagotas y sobre todo los presupuestos no son suficientes y es una profesión que es muy precaria. ¿Cuánta gente valora en la industria el bagaje formativo de los compositores? No es solo ella sino que hay mucha más gente con impecable expediente académico pero sin trabajo, que sufren la competencia desleal de personas de escasa o ninguna formación que sí encuentran oportunidades, que resuelven generalmente gracias a orquestadores y ayudantes que no se limitan a ayudar -como a cualquier compositor formado- sino que básicamente les hacen la música. Aquí y en todas partes: recordemos todo aquello que desgranamos del fantástico libro de Stephan Eicke sobre lo mal vistos que están en Hollywood ¡los compositores de verdad! Son demasiado protestones. Pronto hablaré de una productora importante en nuestro cine que da trabajo a quien afirma descaradamente y sin tapujos no haber estudiado nunca música ni necesitarlo siquiera, mientras tantos compositores formados están sin proyectos. De esto hay que hablar. Gracias, Zeltia Montes, por poner el dedo en esta llaga.

Hay que poner en valor la persistencia, para que los que aspiran a entrar en esta increíblemente hermosa profesión de hacer cine con la música lo tomen como ejemplo: Zeltia Montes había ido a Los Angeles cargada de sueños que no se cumplieron, y debió regresar como de ahí regresaron también fracasados Lucas Vidal y otros más. Incluso Fernando Velázquez o Roque Baños tocaron Cielo con películas de enorme éxito en USA pero no han encontrado hueco en la primera línea, inmerecidamente: Baños reflejó su visión de las cosas en el punzante cortometraje Awesome, del que dí cuenta en el editorial Sobrevivir en Hollywood. Sueños incumplidos allí, pero oportunidades aquí. Es fundamental que aquí, donde tan bien cumplen con sus cometidos, no se les trate como allí. Gracias, Zeltia Montes, por dar ejemplo.

"Lo difícil para una compositora es que te den una oportunidad, y que además confíen en tí y confíen en tu criterio (...) La historia de la música no ha sido muy agradecida con las compositoras, tampoco lo ha sido la Historia del Cine"

Así es y así debe dejar de ser. Hace falta educación, hace falta concienciación, pero sobre todas las cosas hacen falta más mujeres en la industria. Este año es el segundo consecutivo en el que las dos categorías musicales de los Goya (música y canción) son ganados por mujeres. Creo que es importante recuperar aquí un conflicto latente que está generando frustración y tensiones en el sector: la Orden CUD/582/2020, que ofrece ayudas a la producción de películas si incluyen a mujeres. Una discriminación positiva que ha generado que no pocos compositores hayan manifestado haber perdido trabajos que tenían apalabrados al ser reemplazados por mujeres por la búsqueda -expresamente así manifestada- de los puntos necesarios para obtener la subvención. Este tema lo abordé en el editorial Que hable la profesión y fue desarrollado en una serie de artículos a partir de la encuesta que hicimos al sector. En el editorial Igualdad y desigualdad expuse mis impresiones finales, entre ellas esta: El problema que se plantea en el sector de la composición para el cine en España es que no hay 100 arquitectos y 100 arquitectas, sino una desproporción enorme. Creo que sería razonable y sería bueno levantar ya esa Orden, evidenciada la competencia y profesionalidad de las mujeres en la composición para el cine. En este nuevo escenario creo, y lo de anoche lo prueba, que hombres y mujeres pueden competir ya en igualdad de condiciones. En todo caso, el debate sigue abierto y es bueno que se hable de ello. Gracias, Zeltia Montes, por haber ayudado a visibilizar a la mujer en la composición para el cine.