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Z. LA CIUDAD PERDIDA

INFORMACIÓN DISCOGRÁFICA
Compositor: Spelman, Christopher
Sello: Filmtrax
Duración: 55 minutos
INFORMACIÓN DE LA PELÍCULA
Título original: Lost City of Z, The
Director: James Gray
Nacionalidad: EE UU
Año: 2016
ARGUMENTO

La aventura y misteriosa desaparición del arqueólogo británico Percy Fawcett durante su búsqueda de la mítica ciudad Z, en el Amazonas, en los años 20 del Siglo XX.

PUNTUACIÓN MUNDOBSO
7
PUNTUACIÓN USUARIOS
6.5
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Total de votos: 4
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COMENTARIO MUNDOBSO

Las aventuras exploradoras por las selvas del Amazonas son acompañadas por una banda sonora que más que ambientar el entorno, que también lo hace, pretende involucrar al espectador, meterle junto a los protagonistas en la misma odisea, y hacerle sentir partícipe. Es algo que se consigue gracias al uso de un temario focalizado más en lo inmediato que en avanzar acontecimientos o narrarlos. Hay en esta creación emociones encontradas, contradictorias, como la belleza, la evocación, la calma pero también la turbación, el quiebro (psicológico especialmente) y una permanente sensación de incerteza. Es algo parecido a lo que se hizo en El abrazo de la serpiente (15), por ejemplo, no por el tipo de música pero sí en sus intenciones. Aquí tampoco la música es de los personajes sino de los lugares: de la selva y del río, aunque a diferencia del filme colombiano sí es una música que busca y logra impregnar al personaje principal, y en esa mezcolanza entre la fascinación y la fatalidad encuentra su mejor baza.

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Usuario: (manu) Manuel Monteagudo Lopez
Fecha de publicación: 01.06.2017
Z La Ciudad Pérdida sin duda, es la película mas ambiciosa del director, pero es en la calma y en el poso que deja al finalizar el film lo que consigue elevar a los altares a un film mesurado, perfectamente pensado y estructurado para provocar el efecto deseado, y esto es: ser uno mas de los tripulantes de esta misteriosa expedición. Cogiendo como base el estilo de Herzog, Kubrick e incluso Malick (como si fueran pocos), lo mejor que puedo decir de esta producción es que su director, pese a que haga recordar en ciertos momentos a estos maravillosos cineastas, consigue hacer suyo el proyecto, en un género tan ajeno pero a la vez (por la forma en la que lo ha abordado) tan cercano a él. Una producción hermosa, robusta, donde se consigue que el sello autoral de su director no se vea ahogado en lo ambicioso de su propuesta, y que a la vez permite que nos interesen sus personajes y sus obsesiones, hasta tal punto que, llegado el final, deseamos que ésta no acabe nunca. Pocas películas pueden presumir de esto (y mas cuando dura aproximadamente dos horas y media), y mas de ser una de las cintas de aventuras mas arriesgadas de esta época, donde parece reivindicar un cine que a día de hoy, ya no se hace. Gracias James Gray por recordarnos, que aún hay esperanza
Respecto a la banda sonora de Christopher Spelman podemos decir que se trata sin duda, de una de las mayores sorpresas que nos va a deparar este año 2017. Desde luego, para ser una obra primeriza (aunque ha colaborado en los arreglos de las anteriores producciones del cineasta), resulta una composición que contribuye a la sensación hipnótica que despliegan sus imágenes y el resultado es magnífico, sobre todo al tratarse de la primera composición en solitario de Spelman. Se trata de una composición mayoritariamente atmosférica, que, mas que descriptiva, ayuda narrativamente a que el espectador se integre en el misterio de la travesía, aportando incluso una cierta catarsis espiritual que no podía venir mas al pelo con la producción que tiene entre manos, y el resultado, desde luego, resulta impecable, ya que a medida que avanza te engulle, como engulle a la obsesión de su personaje central.
Lo único que verdaderamente podría reprochar es cierto esquematismo en su estructura, mas evidente en su escucha aislada que en su integridad en la película, ya que la parte mas melódica (para presentarnos la unión de la familia, o el tema de la obsesión del protagonista y su catarsis espiritual) apenas sufre variaciones, por no decir ninguna, a lo largo y ancho del film. ¿Qué sucede? Que James Gray ha sido MUY listo, y a la hora de que este problema se vea empequeñecido, su contribución a la hora de incluir durante la película piezas clásicas perfectamente integradas en la narrativa del film, ayuda mucho a que este pequeño escollo, apenas sea perceptible dentro del film (por eso es mas evidente durante su escucha aislada). Por eso, este esquematismo, también comprensible viendo la estructura de la película, resulta un mal menor que apenas perjudica ni a las intenciones del film ni al trabajo global de la obra, mas importante en su forma de integrarla en el film que de escucharla en solitario.
Con ciertos apuntes que recuerdan a Wojciech Kilar (en el disco el tema se llama "The Argument", y que en el film tiene gran poder dramático), más como homenaje que como plagio descarado (no olvidemos que Kilar participó en la filmografía del cienasta), The Lost City of Z resulta una banda sonora estupenda, que cobra mucha mas importancia en el film (especialmente en su tema final, maravilloso), por el cómo lo narra a través de sus imágenes y de un montaje musical MUY acertado que consigue que sus piezas clásicas se solapen a la perfección con el intimismo de la composición original, dando con las teclas perfectas para transportarnos en ese viaje espiritual y obsesivo. Personalmente, es una obra de la que el director Terrence Malick debería tomar nota a la hora de equilibrar las piezas clásicas con la obra del compositor asignado para aportar narrativamente al film, cosa que en ninguna de sus películas he logrado ver ni por asomo (aunque consigan cierto efecto imperioso y fascinante en sus imágenes), y que aquí en cambio consigue que se solapen de manera magistral sin dejar en evidencia al trabajo del compositor. Toda una lección que deberían aprender muchos directores de cine, y sobre todo, muchos montadores musicales. Chapeu.
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