Sistu y su pequeña comunidad en los Andes descubren la magia del cine. Este encuentro causa un gran revuelo, pero además los confronta con su cultura y pone en evidencia las limitaciones de la comunidad para entender y leer castellano.
Reseña de Gabriel Yong:
En esta amable y bienintencionada película que habla sobre el poder del cine sobre las comunidades y los potenciales de la narrativa para traspasar culturas además de ser un catalizador para construir realidades que en verdad nunca sucedieron, la compositora se mantiene en un aspecto más ambiental, aunque se destacan dos temas musicales muy definidos: el primero es el de Sistu que denota sus alegrías en aquella comunidad donde reside y el otro es aquel que lo relaciona al cine mismo. Quizá su único defecto es no apuntar a más en el apartado dramático de la historia ya que el potencial de la revelación final, donde la hermana nunca volvió a pesar de verla en la ficción que Sistu proyecta a su pueblo se podría haber construido también con música como tantas veces se ha hecho en el cine, siendo un ejemplo claro Atonement (07) de Marianelli.