Un erudito solitario, en un viaje a Estambul, descubre a un Djinn que le ofrece tres deseos a cambio de su libertad.
Esta es una banda sonora que recorre los tres mil años que abarca el filme, y que por tanto pasa de lo antiguo a lo moderno, transitando de modo fusionado y natural, orgánico. Cuenta con un muy bello tema principal en la forma de una melodía evocadora, romántica, con destacado empleo de instrumentos como el arpa o un cimbalón y que tiene aires del Oriente Medio. Es un tema que se aplica para destacar la impresión de soledad del genio protagonista y de su anhelo de amor. Es la parte más emocional y melódica de la partitura, siendo el resto deliberadamente más árido y agreste, que funciona por comparación y contraste.