Cortometraje ambientado en la Rusia zarista de 1870, un jefe cosaco y sus hombres cruzan el río Volga. A sus hombres no les gusta su amante cautiva, una princesa persa, por lo que fomentan maliciosamente las mentiras sobre su infidelidad, lo que consigue enfurecerle, que la levanta furiosamente por encima de su cabeza y la arroja a la muerte en las aguas heladas del río.
Primera película narrativa del cine ruso y primera también que contó con una partitura original no diegética. El compositor sacó provecho de la popular canción folclórica rusa Madre Volga en un contexto de música orquestal, enérgica que enfatizó el ritmo de la película, también su dramatismo.