Una mujer, aburrida de su tranquila vida en Italia, propone a su marido iniciar con sus hijos una aventura por tierras africanas.
El compositor reproduce y se mantiene fiel al sentido épico con el que tantas veces dotó de magia al cine, reafirmando su impronta musical, muy fácilmente reconocible. En su afán de dar la máxima emoción a las imágenes, recurre a contundentes percusiones y a melodías de cariz épico. En realidad, no hay nada nuevo en la partitura de esta película, pero está todo lo bueno del creador francés.