Este es un extraordinario, impactante y emotivo documental, tanto que parece más un falso documental que una historia real. De ser un montaje, es genial. Pero de ser rigurosamente cierto lo que se relata (y es lo que parece ser), entonces se aplica aquello de que la realidad supera con creces la ficción, o lo de bigger than life. En todo caso, da a conocer a un cantante de los setenta que solo conoció el fracaso absoluto en su época y país, que debió vivir en la más absoluta miseria mientras sus canciones se convertían en himnos por la libertad en la Sudáfrica del Apartheid. Nunca es tarde si la dicha es buena: sus canciones, su voz y sus letras son extraordinarias. Entre esas canciones, I Wonder, Sugar Man, Crucify Your Mind, Cause, I Think of You o Inner City Blues