Tercera entrega de la saga iniciada en Ocho apellidos vascos (14). Una mujer quiere cumplir la última voluntad de su marido: recuperar el primer pesquero de su flota, que se encuentra anclado en un puerto marroquí. En su viaje de Cantabria a Marruecos, la acompañarán su hija y el ex de esta, desesperado por recuperar su amor.
La compositora aplica y desarrolla una creación para la comedia y lo sentimental en la línea de las dos anteriores entregas, nuevamente sustentada en el uso de un retentivo tema inicial -aquí también convertido en el principal- basado en el folclore junto a temas para la comedia y lo sentimental, sin mayores pretensiones que mantener el pulso del filme y elevarlo, lo que consigue hábilmente. Además de las músicas árabes las hay también del folclore andaluz, dando lugar a una mezcolanza colorida y cálida. En su conjunto es una banda sonora sólida en lo musical, con sus distintos temas cuidados y elaborados.