A un joven a punto de casarse le surgen dudas sobre su amor. Se apunta a un curso de guitarra con chicos con retraso menta que le acabarán explicando un truco para saber si quiere o no a su novia.
Muy bella, elegante y sensible pero nada sensiblera creación, ejecutada en derredor de un sencillo pero intenso tema principal, muy recurrido, que conoce diversas variaciones. Al margen de lo romántico -que en todo caso es lo más destacado- es también notable por la finura de su sentido del humor, que evoca en cierta manera la música en el género de la comedia en películas centroeuropeas (como las de Jiri Menzel, por ejemplo), tanto en lo melódico como en lo instrumental. Contribuye también, con su seriedad y solvencia, a moderar el excesivo edulcoramiento del que adolece la película.