Adaptación cinematográfica del videojuego sobre un estudiante que, junto a sus amigos, atraviesa una puerta que le lleva a un mundo alternativo.
La expectación que podía despertar la versión cinematográfica del popular videojuego con Joe Hisaishi al frente de la parte musical se convierte en una gran (y sorprendente) decepción: ni la película está siquiera remotamente cerca de lo que fue el videojuego ni Hisaishi llega a los mínimos de los máximos que logró en aquella ocasión. Esta no es una película de los estudios Ghibli, aunque quiera aparentarlo, sino una mala (muy mala) imitación, soporífera y de insípida trama, donde la música es tan o más soporífera e insípida. Es muy extraño que Hisaishi haya querido participar en este proyecto y desmerecerse a sí mismo porque, salvo uno o dos temas bonitos (pero demasiado simples) no hay otra cosa que música aburrida, vacía y sosa.