Un cura se suicida ahorcándose sobre un viejo asentamiento de brujas. Este hecho es la señal para que las puertas del Averno se abran, liberando a los muertos del sueño eterno, haciéndoles retornar al mundo para terror de los vivos.
Partitura ambiental, con el rock, pop y la psicodelia características de finales de los setenta, con percusiones, piano y guitarras eléctricas, entre otros recursos. Recrea un entorno caótico y apocalíptico, y es variada en su temario.