La historia de Christy Brown, un pintor irlandés aquejado de una fuerte paraplejia que, con la ayuda inestimable de su familia, logra superarse y llegar a crear una buena obra artística.
El compositor escribió una melodía sustentada en una instrumentación que consistía básicamente en un cuarteto de cuerda, flautas, piano y harpa, con sus ya características ondas Martenot. Se trataba aquí de una historia de superación frente a la adversidad, por una parte, y de un entorno familiar cálido, de constante apoyo y cariño.
Con estas premisas, el autor realizó una de sus composiciones más agradables, emotivas y acogedoras. Una música que recogía los sentimientos internos de un personaje imposibilitado para poder expresarlos por sí mismo, y que encontraba en esa melodía la fuerza necesaria para transmitir al espectador sus más íntimas emociones. Se acompaña de la banda sonora de Da! (88).