Partitura intimista, realizada para piano, en la que el compositor busca reflejar un sentimiento de fragilidad e inestabilidad, muy delicado, acercándose a la psicología del protagonista. Para el autor, "este es un trabajo que definiría como "impresionista", que utiliza únicamente un piano como instrumento solista al servicio de las imágenes. El propósito deliberado de la composición no es tanto seguir la acción, sino buscar la esencia, captar la atmósfera, el estado de ánimo de los personajes dominados por el desencanto, la nostalgia y la melancolía". Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio II Jerry Goldsmith Awards (97).