El analista de la CIA Jack Ryan (descubre una conspiración terrorista que pretende devaluar el dólar para destruir la economía de los Estados Unidos y viaja a Moscú para impedirlo.
Rutinaria, convencional e impersonal creación del compositor, que bien podía haber sido escrita por cualquier otro en la línea zimmeriana imperante en el cine de acción contemporáneo, o que podía ser aplicada a cualquier otra película similar. El compositor se limita a crear un ambiente de tensión muy impostado y reiterativo, con una música que no aporta personalidad ni distinción alguna al film, que simplemente se limita a explicar en todo momento exactamente lo mismo. Igual sucede con el fláccido tema romántico, aplicado sistemáticamente allá donde el protagonista se encuentra con su novia y que es igualmente inexpresivo, estático, vacío. Para empeorarlo, temas corales rusos que pretenden, sin conseguirlo, dar un tono épico y que en su aplicación en el filme solo sirven para ambientar. Una misión absolutamente fracasada.