Telefilme basado en un hecho real acontecido en 1911, en California, cuando un ranchero encontró a un indio inconsciente y desnudo, último miembro de una tribu que se creía extinguida.
El compositor aplicó una música dramática, evitando -aunque con referencias- lo étnico en beneficio de una visión más universal de lo relatado. Se trata de una partitura sobria, que en esta edición se acompaña de narración.