La historia de un trabajador de una planta nuclear rusa que, tras ser expuesto a una radiación mortal al intentar detener un desastre, en lugar de compensarlo, es suspendido de su puesto sin obtener siquiera una indemnización. A unos días de morir, y en su desesperación por brindarle a su familia una provisión decide realizar una última y sorprendente acción...
El compositor firma una banda sonora dramática que desarrolla en dos ámbitos: por una parte músicas quebradas, rotas, para el contexto de injusticia en que se ve involucrado el protagonista, con puntual empleo de la electrónica; en oposición, y funcionando como contraste, hermosas y elegantes melodías íntimas y clásicas para exponer su fragilidad pero también determinación. Es algo dispersa, pero tiene momentos notables.