Los mineros se ven obligados a llevar a un profesor bajo tierra con ellos, para tomar muestras para sus mediciones. Después de que un derrumbe les impida volver a subir, descubren una cripta de otro tiempo, despertando sin saberlo a una criatura sedienta de sangre.
El compositor aplica una creación de género en la que la angustia y el terror se logra más desde los temas dramáticos que desde aquellos aplicados para evidenciar directa o indirectamente la amenaza. Esta última se personaliza en un poderoso tema que conoce algunas variaciones, en tanto las músicas dramáticas se desarrollan en terrenos progresivamente más turbios, si bien también hay un punto de fuga con un tema sentimental.