Jesper Kyd realizó aquí una música bastante interesante, en su línea de mezclar orquesta, electrónica y poderosos coros. En este caso recreó el contexto bélico de un modo bastante singular: para los invasores soviéticos aplicó una música coral imperialista muy poderosa, por momentos apocalíptica, con majestuosos cantos rusos, que elevaba con creces el carácter épico de los combates pero que, a pesar del notable énfasis que aportaba a la acción, era una música en contra del grupo de liberación (protagonistas); mientras que para la resistencia aplicó principalmente una música hecha con electrónica y coros sintetizados, mucho más débil que la del bando soviético, compuesta de unos temas melancólicos y con algunas pinceladas luminosas, por un lado, y algunos temas para aportar violencia o misterio a las acciones de sabotaje e infiltración por otro. Es en su conjunto una banda sonora sencilla pero bastante interesante en sus intenciones y música, pudiendo resultar quizá un tanto confusa o dispersa en su aplicación. Bastante estimable pese a todo.