De pequeño amaba las películas animadas de Asterix. Aquellos packs de películas en VHS que mostraban las grandiosas aventuras de este par de galos y como derrotaban a los romanos solo quedandose en su pequeña aldea y aguantando el ataque de la legión romana. Ya por entonces amante de las bandas sonoras gracias a Williams, Powell, Horner, Newton Howard, Zimmer o Barry, una de las geniales cualidades de estas películas era su banda sonora. De todas ellas, cuando era pequeño mi favorita era esta, ya que las 12 pruebas me interesaban mucho y cuando eres un enano, temes la prueba de la cueva oscura y te traumas con la cantidad de escaleras y el impreso 38 que han de llevar por todas las taquillas de un edificio lleno de locura. Gerard Calvi firma la partitura y comienza con el tema principal, aquel que englobaría de alguna manera a la aldea gala, a Asterix y Obelix y a la idea en general de lo que va a ser la película. Por tanto, el primer fallo que vería ahora siendo más adulto, es que en sí no tiene un tema principal para algo o alguien en concreto sino que funciona más bien como tema de apertura para la película y para presentar a los personajes. El segundo fallo es que en el CD, hay muchisimos minutos interesantes que faltan y que podrían ser una perfecta delicia para oyentes (como la aparición de César, la llegada al pueblo de los locos o cuando conocen al campeon de atletismo turco). Pocos fallos más podríamos verle a parte de la escasez de minutos en el CD y la carencia de temas principales o secundarios más específicos para personajes o ideas en general. La música solo se dedica a acompañar las escenas (de una manera genial, aventurera, épica y agradable, todo se ha de decir) pero no a explicar ni narrar nada, aunque poca cosa se puede narrar en Asterix y Obélix, siendo películas animadas hechas para entretener, cosa que hacían de manera genial. Los aciertos podríamos decir que serían meramente instrumentales y musicales. Si escuchas “L’Ille du Plaisir”, en seguida y sin siquiera ver la película, puedes sentir que está dedicado totalmente al placer y encima en la película lo plasma muy bien, pues los coros femeninos provienen de las musas griegas que hacen compañía al par de galos. Sin duda, la más reconocida, divertida y tambien con razón el mejor track para mi, es la Samba de Obélix (u “Obélix Samba”). Por favor, ver la escena y ver a la ardilla tocando esa trompeta de manera tan genial es excepcionalmente divertido. Dejando atrás la infancia y la nostalgia y siendo crítico podría decir que esta banda sonora es regular y se quedaría entre el 5 y el 6, en dirección más a lo regular. Pero es un disfrute y una gozada!