Versión cinematográfica de la obra de Shakespeare, ambientada en el Japón del siglo XIX.
Bella e intensa creación -en la línea de las partituras que el compositor escribe para el cine del director- donde se agrupa lo espectacular, lo romántico, lo dinámico y, en este caso, lo exótico. Sobresale por su tema principal, el empleo del violín y de las voces, y contiene momentos de enorme hermosura