Un niño de 10 años, tras quedar huérfano, se muda a la vieja casa de su tío, donde accidentalmente despierta a magos y brujas de un mundo secreto.
El compositor firma una banda sonora de género para la animación y la fantasía pero acaba por ser poco animada y con escasas dosis de magia. Se trata de una partitura con los códigos usuales y previsibles (melodías encantadoras, coros, temas para la acción y el mistero...) pero le falta consistencia en sus temas, no tiene un tema principal sólido que sirva para estructurarlo todo y para meter al espectador en la aventura, y muchos de sus momentos son meramente rutinarios. Arranca prometedoramente pero se va diluyendo hasta quedar en prácticamente una creación fláccida e insípida.