Doble álbum que recoge, en el primer CD, temas destacados de la cuarta temporada de la serie y, en el segundo CD, la música del episodio final. El compositor mantiene la línea estética de lo aplicado con anterioridad (música épica, instrumentación exótica, alguna concesión moderna y un tono místico) con gran variedad en su temario, pero que básicamente recicla los ya aplicados. Es, en este sentido, una creación continuista.

Mucho más notable es el segundo CD, con la música del episodio "Daybreak". Aquí aporta temas nuevos y la larga extensión del capítulo (cerca de tres horas) le permite abordarlo como si se tratara de una película para la pantalla grande. Es enormemente espectacular, grandilocuente y con momentos de gran belleza.